Bien,
antes de meternos en el artículo, podemos decir que éste es una continuación o
segunda parte del primer artículo publicado el 18 de Julio de 2012: ¿Por qué
una estufa para el exterior?
Al principio el uso de estufas de exterior surgió como un elemento
para hacer más confortable el estar a la intemperie en patios, jardines o
terrazas de hogares. A su vez se comenzó a usar en bares y restaurantes en los
exteriores de estos, y gracias a las leyes antitabaco, su uso se hizo más
común, hasta el punto en que es difícil ver terrazas en invierno que no tenga
estufas.
Lo normal era que se encontraran en tipos de hogares como
casas con patio o jardín, pero hoy en día ya algunas terrazas de pisos amplias
o áticos las incorporan en su mobiliario. Incluso es un complemento más de las caravanas o equipos para hacer camping.
El efecto en el sector de la hostelería es por donde más se
ha expandido, ya no solo son bares o restaurantes las usan, ahora además, los
pubs y discotecas donde la gente no puede fumar habilitan espacios en terrazas
o la misma calle con ellas para mantener su clientela.
Ayudan a que programar un evento en el exterior: una boda,
bautizo, comunión… en un hotel o sala de fiestas sea posible tanto en verano
como invierno, sin preocuparnos tanto de las bajas temperaturas.
Poco a poco se expanden por nuevos eventos donde antes era
impensable verlas. Por ejemplo en exposiciones de galerías o museos, en los que
parte de su recorrido transcurra por el exterior. Ayudando a los espectadores a
pasar la velada, que contemplan una obra de teatro o una opera. Incluso
calentando más si se puede algunos conciertos.
Algunos eventos deportivos también se asocian con las estufas de
exterior. Mantener a los deportistas calientes mientras esperan para realizar
sus pruebas en una pista de atletismo, evitar que se empañen los cristales en
torneos de padel, dar calidez a la dura labor de jueces de mesa…
Hasta ahora hemos dado buena cuenta de el labor de los
calefactores de exterior en sectores terciarios de servicio y ocio, pero también
vemos que los secundarios y primarios también las utilizan.
Hay puestos de trabajo que se desarrollan en exteriores y
pueden ser sedentarios, como los de vigilantes de seguridad o talleres que
desarrollen parte de su trabajo al descubierto. En estos puestos el uso de
estufas mejora el rendimiento de los trabajadores.
Hay trabajos en los que se atiende a clientes tanto dentro
como en el exterior del negocio como en los mercados. Ofrecer calidez al
cliente hará que sus ventas aumenten. Esto también puede aplicarse en
mercadillos itinerantes que se instalan por una mañana en la plaza de un
pueblo.
Por último, pero no menos importante, destacar que el uso de
estufas en cultivos y cosechas como por ejemplo, en viñedos, o manteniendo
calientes al ganado en granjas durante heladas, puede mejorar la producción en agricultura
y ganadería, ayudando a un sector primario siempre muy castigado.
Finalizaremos puntualizando que en este artículo hemos
mencionado muchos ámbitos o situaciones donde podemos encontrar una estufa de
exterior, pero que haciendo uso de la
imaginación, todavía es posible abarcar más lugares donde utilizarlas. Es una
herramienta que potencia o mejora del desarrollo de una tarea.
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